martes, 19 de enero de 2010

El proceso didáctico como proceso de comunicación

El proceso didáctico como proceso de comunicación
Comunicación e información en forma indirecta. La palabra comunicación proviene del latín
communis, que significa común. La comunicación es la acción de comunicar que a su vez
Proviene del latín, communicare
Sin una buena comunicación no hay educación, y para que exista, los profesores debemos de echar mano a nuestros recursos personales, psicológicos y pedagógicos, habar “el mismo idioma” de los alumnos y adaptase a ellos, (sin olvidar enseñar nuevas palabras claro, pero sin asumir que las conocen) además de fomentar el que ellos también participen en este proceso, dejar tiempo a la reflexión y los comentarios, si esto se logra entonces habrá una construcción de significados y un mejor aprendizaje.
Pero dentro de este proceso de comunicación no hay que dejar de lado la parte afectiva, ya que también es importante para el aprendizaje; dejar atrás la actitud del maestro insensible y mostrar afecto y empatía, valorando el esfuerzo y ganándonos la confianza de los alumnos con amabilidad y una mente abierta, hará que los alumnos sean más abiertos en sus comentarios, más confiados para participar y menos temerosos para disipar dudas.
Actualmente muchos de los problemas sociales, de actitud o de falta de valores son el resultado del abandono y del constante bombardeo de ciertos medios de comunicación, que nos dictan cómo comportarnos o vernos; que nos venden la idea de que tener es igual a ser feliz o que en ocasiones distraen nuestra atención de los problemas sociales, como cuando misteriosamente hay un partido de futbol el día que se devalúa el peso, tomar este tipo de ejemplos y hacer que los alumnos analicen el contenido de esa comunicación los vuelve perceptores críticos, capaces de asumir actitudes de no conformismo y de cambio.

Pero no se trata de satanizar a los medios de comunicación, sino de sacarle partido a sus aspectos positivos, cada tecnología tiene un periodo de adaptación y siempre existirán detractores; nosotros no podemos de darnos el lujo de ser parte de ellos, porque estaríamos renegando de la realidad de nuestros alumnos, debemos ser parte de las nuevas tecnologías y acortar la brecha generacional, de otra manera no podremos nunca ser guías activos en estos procesos de comunicación, de investigación o retroalimentación.
Un aspecto que me parece importante resaltar es que, dentro del proceso de comunicación en clase, el docente, no es la fuente, (ni debe creerlo) y tener la humildad de dejarle claro a nuestros estudiantes que uno no lo sabe todo y que el conocimiento no es estático es importante, ya que las teorías avanzan y las fuentes son diversas; documentales, revistas especializadas, páginas de internet, libros, son fuentes de donde los alumnos pueden y deben complementar la información.
La tarea como docente es la de ser un buen mediador de la información, recomendar diversas fuentes, fomentar la investigación, desarrollar diversos materiales didácticos; tener claro que es lo que van a aprender en cada clase, para que nuestros alumnos, el destino de esa información sean verdaderos perceptores del proceso.
Personalmente creo que dentro de la ejemplificación del proceso de comunicación falta enunciar el ruido, que es algo con lo que todos los profesores lidiamos, y no solo el sonoro como el timbre de un celular a media clase, o el que estén platicando, sino también el ruido visual como cuando un material didáctico tiene un mal diseño o cuando el color de las paredes del salón afecta la atención de los alumnos.
Otro punto que tiene suma importancia en este proceso, es el de retroalimentación, ya que es cuando verificamos si los alumnos recibieron el mensaje; aunque durante el proceso tenemos señales de eso, como bostezos o sonrisas, resulta muy obvio decir que no basta con preguntarles - ¿entendieron?, ¿tienen dudas? sino corroborarlo, puede haber preguntas verbales, cuestionarios, juegos, exposiciones, debates, comentarios, etc.
Hasta ahora, fuente, mensaje, medio, ruido, canal y retroalimentación quedan claros, pero no podemos dejar pasar los códigos, ya que si no nos entendemos, no hay comunicación, y en el caso del aprendizaje no es suficiente hablar el mismo idioma, sino estar en la misma “sintonía”, usar la retórica (verbal y visual) para compartir los códigos, utilizando iconos, índices, símbolos, metáforas, dibujos, antologías, esquemas, anécdotas, ejemplos cotidianos como noticias, películas, comerciales, todo lo que sea necesario para poder comunicar de manera eficaz, para que el mensaje sea entendido y no solamente “captado”; además, debemos tomar en cuenta que todo tiene un significado, y todo afecta a este proceso, las palabras y el volumen de las mismas, los silencios, la apariencia, el manejo del espacio, los gestos, lo que escribimos y como lo escribimos, no es suficiente hacer un audiovisual sino que el diseño sea bueno, no basta presentar una película vinculada con el tema a estudiar sino que ésta sea interesante (para los alumnos), no basta hacer un blog, sino hacerlo atractivo para que sea visitado y aprovechado, la suma de todos los detalles es la que hace que los alumnos categoricen la clase como aburrida, dinámica, divertida o insufrible.
Pero no estamos solos, las nuevas tecnologías abren el espectro de canales de comunicación lo cual permite aprender aun cuando no estamos en el mismo lugar al mismo tiempo; la necesidad de externar una queja, hacer un comentario o disipar una duda no siempre se da en el salón de clase; quizás a la hora de resolver una tarea o de investigar un contenido es cuando surgen, o tal vez la personalidad de ciertos alumnos hacen que su participación no sea tan frecuente; entonces tener espacios alternos ayudan a la comunicación y al aprendizaje.
Debemos ser conscientes y hacer conciencia a los demás que hoy más que nunca cada cabeza es un mundo; que tenemos el derecho a ser diferentes, ya que debido a los medios de comunicación, la migración, el comercio y demás factores, somos parte de una sociedad pluricultural, en donde el respeto y la tolerancia deben de prevalecer y donde la comparación y el análisis de diversas culturas pueden ser parte de la didáctica de las clases.
Solo así el esfuerzo de la mediación pedagógica demostrará muestra preocupación por el otro, y este otro pueden ser nuestros alumnos o grupos de personas de otras culturas a las que nos estemos refiriendo, transmitir estos valores y cuidar todos estos aspectos ayudan a que los alumnos se apropien del conocimiento impartido, del conocimiento del mundo y del conocimiento de sí mismos.
Los salones de clases son pues, entes con diversos niveles de comunicación que sea dan a veces al mismo tiempo, entre el profesor y los alumnos, entre los alumnos, los contenidos, los medios, los materiales, el ruido, la asignatura etc., por lo tanto los profesores deben tener bien claro que, para que el alumno reflexione y llegue a sus propias conclusiones del tema, se deben crear las condiciones para descubrir y reflexionar, no solo para memorizar, por lo tanto es necesario tener tiempo para la experimentación ya que cuando comprobamos las teorías nos apropiamos del conocimiento, luego entonces la labor del maestro es la de comunicar, impartir, explicar, preguntar, animar, dinamizar, motivar, hablar, escuchar, y un largo etcétera que permitirá que este proceso de comunicación se lleve a cabo de manera adecuada. y quienes saldrán ganado de todo este proceso serán nuestros estudiantes.

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